Chicago (EE.UU.), 2 jun (EFE).- El ensayo clínico en fase II PHERGain, impulsado por la compañía española-estadounidense de investigación clínica oncológica MEDSIR, presentó sus conclusiones en Chicago durante el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés).
Ese encuentro, inaugurado este viernes, es el principal del sector y congregará hasta el próximo martes a unos 40.000 profesionales.
Entre junio de 2017 y abril de 2019, participaron en el estudio 356 pacientes mayores de 18 años con un cáncer de mama HER2+ operable en fase inicial, de I a III. Ese subtipo es muy agresivo y tiene la quimioterapia como opción estándar.
El grupo A recibió una combinación de quimio y fármacos trastuzumab y pertuzumab, mientras que el tratamiento del grupo B fue adaptativo, con la intención de evitar la quimioterapia en función de la evolución individual.
Ese segundo grupo comenzó con dos ciclos de pertuzumab, trastuzumab y terapia endocrina. Si la tomografía por emisión de positrones (PET) mostraba respuesta, se procedía a otros seis ciclos sin quimioterapia.
Las pacientes fueron operadas tras 6 ciclos de tratamiento en el caso del grupo A y después de 8 ciclos, en el B. Tras la intervención, aquellas que no mostraron signos de cáncer (lo que se conoce como respuesta patológica completa o pCR) continuaron el tratamiento sin quimioterapia, y al resto se les añadió.
El estudio, liderado por los doctores Javier Cortés, Antonio Llombart-Cussac y José Pérez, buscaba evaluar tanto el porcentaje de pCR en la mama y en la axila en el momento de la cirugía en quienes habían respondido bien al PET, como la supervivencia libre de enfermedad invasiva al cabo de 3 años.
En 2021, se adelantó en la revista británica The Lancet que el 37,9 % de las integrantes del grupo B que respondieron al tratamiento lograron una respuesta patológica completa. Este viernes, con el congreso de Chicago, se revelaron los resultados del segundo criterio, el de la supervivencia.
En el grupo B, según subrayó Cortés en la presentación, se incluye tanto a aquellas que acabaron recibiendo quimioterapia en algún momento como a aquellas que pudieron continuar sin.
El 95,4 % de pacientes (255) de ese grupo no sufrieron una recaída 3 años después, y entre aquellas que consiguieron ser tratadas sin quimioterapia durante todo el ensayo, cerca del 30 %, ese porcentaje se elevó a casi el 99 %.
En el estudio participaron investigadores de 45 centros de siete países europeos – España, Francia, Bélgica, Alemania, Italia, Portugal y el Reino Unido – y sus impulsores subrayan que es el primero que ajusta gradualmente el tratamiento en función de la respuesta, alejándose así de la opción estándar: la quimioterapia.
Desde MEDSIR, cofundada en 2012 entre otros por Cortés y Llombart-Cussac, se recuerda que en cerca de uno de cada cinco cánceres de mama las células cancerígenas tienen copias adicionales del gen que produce la proteína HER2. Y ese tipo de cáncer tiende a ser más agresivo que otros.
Normalmente se trata con quimio, trastuzumab y pertuzumab, pero los buenos resultados registrados solo con esos dos fármacos permiten plantearse ahora no tener que recurrir de forma obligatoria a esa técnica más tóxica y con mayores efectos secundarios.
Sus conclusiones, según destacan, son por ello esperanzadoras, al haber demostrado que en ciertas pacientes con tumores poco avanzados o un estadio inicial de la enfermedad es posible y seguro evitar la quimioterapia, sin que se vea comprometido el resultado final.
“Me gustaría agradecer a los pacientes y las familias, los investigadores y el conjunto del equipo por confiar en nosotros y permitirnos llevar a cabo esta investigación independiente”, concluyó Cortés, profesor de la Universidad Europea de Madrid y director del International Breast Cancer Center (Barcelona y Madrid). EFE
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